El Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños o Protocolo de Palermo, como también es conocido, es un referente internacional que ha nutrido las legislaciones nacionales, tanto para su actuar interno como para su acción internacional. Por distintas razones, para algunos procesos sociales, como es el caso de la trata de personas, Estados Unidos, México y Centroamérica conforman una región diferenciable.